Incriminaron a los acusados por la muerte de Lucas Lin en el Colegio Lincoln

En la tercera jornada del juicio una testigo complicó la situación de las autoridades del establecimiento educativo.

POLICIALES 06/11/2024
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Era una de las profesoras. Lloró en medio de su relato. Recordó que, tras la muerte del nene, ese día festejaron un cumpleaños. Un comisario contó que llegó al natatorio y vio que al chico ya lo habían sacado del agua.

 

 

“Testigos de cargo” se denominan a los testimonios propuestos por el bloque acusados, tanto fiscalía como particular damnificado. Precisamente, de esta clase de testigos incriminantes hacia los acusados se nutrió ayer la tercera jornada del juicio oral y público que se ventila en los tribunales penales de La Plata por la muerte del pequeño de cinco años Lucas Lin, en la colonia de verano del Colegio Lincoln de nuestra ciudad. 

El testimonio que sobresalió en la audiencia fue el de una profesora, ex trabajadora del colegio, Camila Cercato. A la fecha del hecho era “la profe” del grupo de los colonos más grandes (entre 8 y 12 años de edad). Su ayudante era Lautaro Ramos, hijo de uno de los acusados.

Camila se quebró una y otra vez ante el tribunal y las partes al rememorar cómo murió el pequeño Lucas. Incluso reveló que el mismo día del hecho, luego de semejante fatalidad, celebraron en el establecimiento el cumpleaños de una nena en la colonia de vacaciones. Mientras eso ocurría, a pocos metros de allí se realizaban las pericias tras el malogrado rescate a la víctima. Según dijo, la celebración del cumpleaños prosiguió, aún con la presencia del cadáver en las adyacencias de la pileta. 

La testigo consignó que cuando comenzó a trabajar había cursado menos de la mitad de la carrera de profesorado de Educación Física, cuando el marco legal exige un mínimo de 80% de materias aprobadas para poder trabajar con infancias. “Marcos (Echaniz, uno de los acusados) no tomaba decisiones, se las consultaba a (Osvaldo) Ramos (otro de los imputados) que a su vez consultaba a las autoridades”, en relación a Roxana Costa.

“Marcos sería una especie de preceptor, Osvaldo consultaba con el colegio, con Roxana”, dijo. La acusada Costa “venía cada tanto (a la colonia), supervisaba, controlaba y se iba”, precisó. 

La “profesora” Cercato puntualizó también que las órdenes provenían de Costa, quien facturaba sus servicios al dueño de la firma. Además, la testigo contó que, tras la muerte de Lucas, la colonia siguió funcionando, pero ella no volvió a trabajar, porque se sentía muy afectada por lo que pasó. 

Ella incluso hasta abandonó sus estudios. Asimismo, la testigo sostuvo que en una reunión realizada con autoridades del colegio hasta le propusieron continuar trabajando allí. Y que la imputada Costa era una de las coordinadoras del encuentro. 

De todas maneras, según rememoró, ella no quiso continuar trabajando en el colegio. Era monotributista, emitía facturas a nombre de Rubén Monreal, el dueño.

Cabe recordar que la Casación bonaerense debió intervenir por este caso, sostuvo que “la parte recurrente lleva la razón, puesto que existen pruebas suficientes que indican (con el grado de provisoriedad de la etapa en la que se encuentra el proceso) que efectivamente existía un órgano gerencial de la colonia que estaba integrado, al menos, por el acusado Monreal. En tal sentido, se advierten tres declaraciones de distintas personas que trabajaban en la colonia (el acusado Marcos Echanis, la testigo Camila Belén Cercato y el testigo Camilo Carranza), quienes dieron cuenta de distintos episodios vinculados al funcionamiento de la colonia, que revelan que en la estructura jerárquica existían personas que estaban por encima de Osvaldo Ramos y de Roxana Costa, que tenían poder de decisión sobre la organización de la misma”, esgrimieron en sus votos los jueces de la Casación, Ricardo Maidana y Daniel Carral.

Ayer, otro de los relatos destacados de la tercera jornada del juicio fue el del comisario Juan Navatta, quien al momento del hecho era el titular de la Subcomisaría La Unión, con jurisdicción en el lugar donde se emplaza la colonia del Colegio Lincoln. Navatta describió que cuando arribó al establecimiento ya había sido sacado el cuerpo de la pileta y que la fiscal Cecilia Corfield llegó en pocos minutos a la escena del hecho.

Tal como viene reflejando Capital 24, el trágico episodio se produjo en la tarde del 5 de febrero de 2019 en el campo de deportes y colonia de vacaciones ubicada en calle 518 entre 135 y 137. El cadáver del pequeño Lucas fue hallado en el fondo de la pileta más grande del lugar. El nene no sabía nadar y así lo especificó su padre, Min Lin, en la planilla de inscripción. También lo ratificó en la primera audiencia de este debate oral. 

En el banquillo de los acusados se encuentran Rubén Monreal, (dueño del colegio), su colaboradora Roxana Costa, el encargado de la colonia Osvaldo Ramos y el coordinador de la misma, Marcos Echaniz, los cuatro acusados de homicidio culposo.

También están imputados el guardavidas Martín Argüelles junto a su ayudante Carolina Muro, acusados de abandono de persona seguido de muerte y subsidiariamente, homicidio culposo. Y se completa con los inspectores municipales Miriam Salinas y Diego De Luca.

La acusación está a cargo de la fiscal Helena de la Cruz y el particular damnificado Matías Pietra Sanz y Andrea Reynoso, quienes asisten a la familia Lin. 

Los jueces del Tribunal Oral Criminal III de La Plata, integrado por Santiago Paolini, Andrés Vitali y Ernesto Domenech pasaron ayer el debate oral a un cuarto intermedio, sin poder fijar fecha con certeza para la cuarta audiencia. 

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