Rosa, la “abuela Pincha” que sigue a Estudiantes a donde sea

Es platense, fue profesora de Biología y lleva en su propio corazón, los colores del club de sus amores. Con frío, con calor, en Argentina o en el mundo, sigue al “León” casi desde la cuna y le cuenta su historia a Capital 24.

DEPORTES 29/08/2023
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Se llama Rosa María Ramona Entío Irrazábal y es una platense fiel seguidora del Pincha, apodo con el que se conoce a Estudiantes de La Plata. En la propia cancha después del partido le cuenta a este diario cómo nació su fanatismo: “Yo empecé a venir desde muy chica, desde la niñez, cuando existían los campeonatos y donde mi papá me traía en esas noches calurosas a ver los partidos”, recuerda.

Y agrega: “Después, en mi adolescencia asistía a los bailes, en ‘el encuentro debajo del pino’ con mis amigas o con alguno que me echaba el ojito era infaltable. Pero no veníamos solas, veníamos con nuestras mamás que se sentaban en una mesa y nosotras íbamos y veníamos y si el chico nos gustaba o no decíamos ‘mi mamá me llama’”.

 El tricampeonato

Rosa cuenta que alguna vez ha faltado en algún partido pero reconoce que “no falté a casi ninguno cuando nos fuimos a la B”.

Además, habla con orgullo del tricampeonato de la década del ’60, cuando Estudiantes fue campeón de la Copa Libertadores de América en 1968, 1969 y 1970: “Esa etapa gloriosa del club, donde nace su mística, su ADN, su garra, su empuje, empieza con un partido de Platense en el que íbamos perdiendo. Era de noche y terminamos ganándolo con goles impecables de Madero, Verón, Ribaudo, Flores, los chicos de aquella época. Me acuerdo que yo había vuelto de la Facultad y me había acostado a dormir y lo estaba escuchando. Cuando escuché que ganaba, la desperté a mi mamá, agarré el auto y me fui a dar vueltas por avenida 7 desde Plaza San Martín a Plaza Italia”.

La “B” y sus viajes por el mundo

 Como toda fanática, no dejó a su club en los momentos más difíciles y lo confiesa con orgullo: “Después de esos años gloriosos vino lo de la B, veníamos los sábados a ver el partido, rápidamente subimos de categoría y luego nos tocó salir de la cancha, dejar el estadio de los tablones que añoro e ir momentáneamente al Estadio Único”.

Además, Rosa tuvo la suerte y la oportunidad de acompañar al club a distintos partidos por el mundo: “Ya en la época de Sabella, me di el gusto de ir a Dubai y también tuve la posibilidad de ir a Ecuador, adonde aproveché a darme una vuelta por la Isla de Pascua. Como ahora ya al exterior no voy, mando a mis nietos, los hice cruzar el año pasado a Uruguay”.

 El amor, en la piel

 “Acá estoy, con mi platea, con mi estacionamiento”, dice Rosa en diálogo exclusivo con Capital 24 mientras el resto de los hinchas deja la cancha tras el partido y ella añora contar su historia: “Cada vez que estoy en la tribuna me dan ganas de entrar al campo y jugar con ellos. Ahora tenemos uno muy bueno que es Domínguez y es muy bueno. Pero me hubiera gustado muchas veces sentarme al lado de algunos otros entrenadores que fueron bastante flojitos”.

Sobre sus jugadores preferidos confiesa: “En estos momentos me gusta el Ascacíbar que volvió, Fede Fernández a quien es un gusto haberlo visto después de tantos años, Zuqui, Godoy… Porque los de mi edad son Pachamé, Vigliano, Verón, Conigliaro, qué churro…” y asegura que piensa seguir yendo a la cancha “hasta que pueda, hasta que me traigan”.

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