Estudiantes lleva seis partidos sin conocer la derrota.
Con goles de Mauro Méndez y Boselli, ambos de cabeza, Estudiantes ganó 2-1 y estiró su racha. Taborda descontó para el Calamar, que bajó a puestos de descenso.
Se respetaron las rachas en Vicente López. Estudiantes de La Plata, que llegaba con un invicto de cinco partidos en el lomo, bajó a Platense, que no levanta hace cuatro encuentros y volvió a caer. Esta vez fue 2-1 frente a un Pincha que no perdonó: de arranque, encaminó la victoria con goles de Mauro Méndez y Mauro Boselli, ambos de cabeza, mientras que Vicente Taborda, con un golazo, anotó el descuento.
Con este resultado, el equipo que dirige técnicamente Martín Palermo -quien vivió un partido muy especial ante su ex club- se metió en puestos de descenso directo junto a Arsenal, desplazando a Sarmiento, que en simultáneo empató 1-1 frente a Godoy Cruz en Junín.
El Calamar pagó un precio muy alto el pecado de ser un equipo sumamente inocente desde el arranque. Porque salió dormido, y el León se lo comió sin tanto rodeo: en apenas tres minutos, la visita trabajó el partido por la izquierda, entre el Corcho Rodríguez y Ascacibar, y Gastón Benedetti terminó tirando el centro para que la baje Mauro Boselli y la mande al fondo de la red Mauro Méndez.
A partir de allí, el trámite se le hizo sencillo a Estudiantes. Manejó la pelota con un Benjamín Rollheiser muy activo, atacó por los costados ante una defensa marrón endeble y, mientras Palermo pedía a gritos que el equipo se despertara, Boselli aturdió otra vez a Platense con otro cabezazo tras un centro de Leonardo Godoy.
Sobre el final del primer tiempo, Vicente Taborda, el más desequilibrante del dueño de casa, jugó al engaño por el costado izquierdo, se perfiló para su derecha y desenfundó un latigazo que se coló junto al palo izquierdo de Mariano Andújar.
El complemento fue menos de lo que se esperaba. Platense jugó con la intención de empatar, pero se quedó solo en eso: en intenciones. Hubo pocos argumentos como para justificar sus deseos. El ‘Loco’ movió la delantera como para cambiar, entraron Mauro Quiroga y Agustín Alonso, por Ronaldo Martínez y Nicolás Serveto, pero lo que le faltaba a Tense era producción.
Una producción que nunca llegó y que mandó a Platense a la zona roja. El 2-1 le permitió a Estudiantes sumar su sexto partido invicto al mando de Eduardo Domínguez (cinco victorias y un empate) y ahora se mete en la conversación de los equipos de arriba, con 24 puntos.