Alberto De Magistris criticó a la UNLP por la venta de Santa Catalina y disparó: “Se lavó las manos”  

El investigador de la Universidad de Nacional Lomas de Zamora, Alberto De Magistris charló con #ELQH, programa de Radio Capital 91.3 sobre la polémica por la Reserva Natural Santa Catalina que involucra a la UNLP.

Interrogado sobre este tema y el estado actual del caso, explicó que “nosotros desde 2011 elevamos a la Justicia Federal el pedido de medida cautelar que está vigente y que mantiene frenada a la empresa Covelia que, en el año 2008, la Universidad Nacional de La Plata, le vendió la mitad del predio que son unas 300 hectáreas. Venimos desde esa época con esta campaña socioambiental”.

Sobre cómo hizo la casa de altos estudios platense para vender un pulmón verde y un humedal indicó que “la UNLP se las ingenió para poder hacerlo en 2008. Nosotros, la primera denuncia fue para retrotraer el operativo de venta en algún momento que no funcionó. El juez Corazza en su momento la desestimó. En ese momento, cambiamos la estrategia que fue la de pedir con la empresa Covelia estableciéndose y empezando el operativo de aniquilación del humedal, con el tema ambiental. Cuando la denuncia se adjuntó a la causa Matanza-Ruachuelo y ahí sí entró y se frenó en julio de 2011, momento que a la par, se dictó en la Legislatura la Ley de Reserva Natural”.

 «Santa Catalina no es una propiedad rural, es un lugar histórico y patrimonio municipal. Iba a ser un desastre ambiental si el proceso seguía. La empresa Covelia compró 300 hectáreas de la Reserva Santa Catalina; no van a vender la reserva porque se va a armar lío», sostuvo quien es titular de la Pilmayquen.

«Desde 2007 empezamos a enviar notas a la UNLP para que varíen como venían manejando el lugar; me parece que ante la situación de no poder mantener un espacio, la UNLP tendría que haber gestionado con otros organismo para hacer el pasaje, no actuar como una inmobiliaria”, señaló.

Por último, De Magistris denunció que “la UNLP se lavó las manos, dejaron todo en manos del municipio». Y agregó, «los problemas de inseguridad que tiene el lugar son por la propia negativa de la Universidad de que se pueda instaurar el plan de manejo», finalizó.