El consejo directivo de la Facultad de Agronomía de la UNLP votó ayer en forma favorable un proyecto que solicita a la presidencia de la casa de altos estudios el inicio de gestiones para desprenderse de la estancia «Santa Catalina» en Lomas de Zamora.
El consejo directivo de la Facultad de Agronomía de la UNLP votó ayer en forma favorable un proyecto que solicita a la presidencia de la casa de altos estudios el inicio de gestiones para desprenderse de la estancia «Santa Catalina», un predio de unas 380 hectáreas situado en el distrito de Lomas de Zamora, en el Conurbano, de uso común para actividades académicas y de investigación de esa unidad académica y de su par Veterinaria.
Según indicaron fuentes de la Universidad, el consejo directivo de Agronomía aprobó con 12 votos a favor (se opusieron profesores, un docente y un estudiante alejados del decanato) un aval a estudios y negociaciones que luego deberán obtener, además del acuerdo de Veterinaria, la aprobación del consejo superior.
Lo que fue un campo de formación pre existente a la creación de la UNLP, está situado hacia el sudoeste del Partido de Lomas de Zamora, en la localidad de Llavallol y lindante con Esteban Echeverría.
Entre los fundamentos que -según fuentes consultadas en la facultad y la presidencia- se enumeran como argumento del pedido están el desarrollo del entorno de lo que alguna vez fue un predio rural y hoy quedó rodeado de un ámbito urbano, típico del desarrollo en el Gran Buenos Aires.
El escenario, que en algunos cálculos subiría la cotización de la tierra como suelo a lotear, es considerado «operativamente inapropiado» para desarrollar actividades académicas de docencia, investigación, extensión y producción agropecuaria y forestal, que se requieren en las carreras de ambas facultades.
A eso se agrega otro factor asociado en el debate universitario: la inseguridad que condiciona el acceso de estudiantes y docentes. Siempre según las fuentes consultadas, ambas facultades avanzan con sus actividades en campos situados en Vieytes y Bavio, partido de Magdalena, como alternativa a Santa Catalina y buscan fortalecer la infraestructura que demanda la actividad universitaria y la acreditación de las carreras. Lo mismo, en las sedes centrales para las tareas, dos campos situados en Los Hornos y Berisso.
Se apunta a financiar esas mejoras con dinero de la venta del pedio de Lomas, comprar otro campo u obtener una permuta. Para que eso ocurra, la presidencia debe iniciar estudios técnicos y enviar la iniciativa al consejo superior. Una fuente del rectorado confirmó que la idea recorre despachos pero aclaró que «por ahora, es sólo un tema en estudio».
Desde la bancada de profesores de oposición a la gestión del decanato en Agronomía se manifestó que la iniciativa aprobada «no cuenta con un informe sólido que dé cuenta del estado en que se encuentra el predio, de las distintas labores y de las condiciones en que se desarrollan ahí, para sugerir la venta».
Desde Vecinos Autoconvocados en Defensa de Santa Catalina señalaron que «el movimiento ambiental comunitario está en alerta de movilización, y le solicita a las autoridades mencionadas, con todo respeto, desistan de esa nueva embestida que busca enajenar Santa Catalina con fines inmobiliarios».
En reiteradas ocasiones las agrupaciones y vecinos de la zona denunciaron el avance de los negocios inmobiliarios sobre una zona que debería ser protegida.
En 2008 la UNLP vendió a la empresa Covelia 300 hectáreas de la reserva, donde se encuentra una laguna y un humedal. La intención de la empresa era instalar un basural para cinco municipios. Esta venta se encuentra judicializada. Hace algunas semanas se registraron focos de incendios intencionales en este sector de la reserva.
Santa Catalina es un pulmón verde para toda la zona sur, con un gran valor biológico, histórico y social.
Allí funcionan el «Instituto Fitotécnico» de Agronomía y los «Institutos de Zootecnia, Teriología y Obstetricia» de Veterinaria, se indicó en la Universidad.