El dirigente del Partido Obrero dialogó con #TDT por Radio Capital 91.3 y analizó la realidad del país. Criticó al diputado libertario Javier Milei y lo calificó como un «fenómeno peligroso». Apuntó contra el kirchnerismo y el macrismo como culpables de su surgimiento.
«No lo mandaron del cielo», disparó. Consultado sobre su opinión con respecto a la crisis del país, la calificó como «terminal» porque, según dijo, «no se trata de un problema de la inflación o de un problema de la deuda, sino que todos estos problemas juntos marcan la inviabilidad estatal que tenemos del régimen político. Cuando un estado no se puede financiar, tiene una deuda pública impagable y su moneda de desvaloriza, el estado se desbarranca. Por eso tenemos gobiernos que se desbarrancan y no importa que uno haya cumplido el mandato y otro no, todos terminan de una forma catastrófica», analizó. Por otra parte, el excandidato a presidente señaló que «no hay una alternativa real de cambio y la única que hay tendría que ser de características revolucionarias.
La alternancia entre variantes impotentes que quieren que esto continúe esto se alarga». En ese sentido, fustigó contra el candidato libertario Javier Milei, de quien aseguró «el hace una demagogia en contra del sistema y el propósito final es salvar al sistema, forma parte de él. Esa demagogia radical de derecha está encontrando oídos atentos».
Siguiendo con las críticas a Milei, al que calificó como «peligroso», Altamira aseguró que «esta peligrosidad ha sigo generada por el establishment de macristas y kirchneristas. No lo mandaron del cielo». Además, aseguró a este medio que «Argentina en este momento está en crisis con la Corte Suprema. Tenemos un conflicto de poder, la deuda es impagable, el acuerdo con el FMI está quebrado. Guzmán acaba de ir a discutir a Estados Unidos una reforma un mes después de firmarlo». También sostuvo que «el problema es la crisis misma, porque no se puede gobernar manteniendo el estatus quo de un país sin moneda, con una deuda impagable, un acuerdo con el FMI inviable».
«Finalmente bregó porque la clase obrera tenga «una voz autónoma, porque, así como está organizada en cooperativas y sindicatos, tiene que organizarse y colocar su pretensión a gobernar en un gobierno de trabajadores, no como un gobierno de capitalistas que ha hundido la participación de los trabajadores», concluyó.