Figuraban como asesores del bloque de la Unión Cívica Radical.
La justificación fue que en dos años no se conectaron a trabajar por zoom ni fueron a la Cámara, por lo que fueron considerados “ñoquis”. Este movimiento incrementó la tensión con la oposición.
Desde Juntos por el Cambio vieron que la decisión en realidad respondía a un “ajuste de cuentas” de la vicepresidenta. Sin embargo, de acuerdo al oficialismo, la secretaria administrativa de la Cámara, María Luz Alonso, ya en 2019 le había pedido al bloque radical que redujera su planta de asesores o relocalizara a quienes no estaban cumpliendo ninguna tarea.